POBRES MATEMÁTICAS
Si en nuestro país pudiéramos desde las instituciones educativas promover más los ingenieros que los abogados, los filósofos, los sociólogos, los sicólogos... y toda esa sarta de pensadores que se pasan la vida ideando, pero sin producir..., tendríamos más producción de bienes, un país abiertamente en desarrollo industrial y con mejores obras de infraestructura física, de comunicaciones, en fin, un mejor futuro.
Es importante anotar que su exactitud, su precisión no riñen para nada con la vida cotidiana de los seres humanos. Aportan valores enormes para la convivencia social: la puntualidad, el respeto por la palabra empeñada, la eficiencia en el manejo del tiempo, el hábito del ahorro, el manejo de las finanzas, el seguimiento a normas de tránsito, de la ley... Un buen matemático es, por antonomasia, un buen ciudadano.
Las matemáticas son el lenguaje de las ciencias, una manera precisa de decir lo que las ciencias descubren y permiten a la tecnología la elaboración de los artefactos que nos proveen mejores condiciones de vida.
Pero las matemáticas quedan en los colegios dizque con mayor intensidad horaria, cuatro o cinco horas a la semana y se las dedican a repasar las tablas de multiplicar, la memorización de los algoritmos de las operaciones básicas (quién recuerda cómo dividir por cuatro o cinco cifras???) y los diez o doce casos de factorización de Baldor. Vale la pena seguir intentando en hacer unas matemáticas distintas, que enamoren a los estudiantes, desmitificarlas, hacerlas accesibles a los simples mortales.
TAREA:
- Recontextualizar las matemáticas; mostrar sus beneficios sociales y económicos.
- Ampliar los tiempos de enseñanza.
- Escoger docentes que sepan en qué se utilizan, para qué sirven.
PD: Más matemáticas, más científicos, más ingenierías, más desarrollo económico que se revierta en desarrollo humano y social; menos filosofía, menos sociales, menos palabrería que deriva en mucha politiquería y corrupción
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