Invoco a los grandes estudiosos de la pedagogía para que me ayuden a dilucidar realmente cuáles son las variables que en el proceso de enseñanza y aprendizaje el docente puede controlar y cuáles son aquéllas que son ajenas a su manipulación. Esto con el fin de comprender mejor el significado que tiene la evaluación escolar en el proceso educativo. Tengo la vaga idea, no bien cimentada, sólo me surge, que las notas de la escuela lo que valoran es el nivel de eficacia del docente más que el aprendizaje de los estudiantes. En la medida en que se trasega el ciclo escolar vamos dando indicaciones de cómo va el desarrollo de los aprendizajes orientados hacia el logro de las metas mayores: ingreso efectivo a la educación superior y/o inserción al mundo laboral, así como las habilidades para el desempeño en la familia y la sociedad. No se puede dejar de lado el desarrollo personal como eje de todos los demás desempeños.
Acaso no será la evaluación escolar una buena muestra de la efectividad docente en la que se evidencia, si hay un alto nivel de aprobación un elemento para activar el ego del docente o, de lo contrario poner entredicho la capacidad de los estudiantes. Con cara gano yo y con sello pierde usted. Resumen de lo antes expuesto.
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