Cuando se dan las crisis encuentro mi mejor caldo de cultivo para incubar mis ideas, igual que si encuentro a un contradictor a mis planteamientos. Con todo el movimiento que se está presentando en el país con lo relacionado con los paros laborales y de algunas comunidades se me han activado algunas ideas que desembocan en consideraciones como las que a continuación enunciaré. Los profesores argumentan en su pliego de peticiones aspectos relacionados con la Jornada Única. Nada más falso que su exposición. Lo que me ha permitido observar en campo, no en la academia ni en los púlpitos de los discursos y las arengas populistas es que se oponen a esta modalidad porque les daña su statu quo, su comodidad, su confort: trabajar en una sólo jornada, mañana o tarde, seis horas de permanencia en un único horario semanal. La jornada única implica tener horarios de ingreso y salida distintos, tiempos de permanencia diferentes. Y como el Estado no ha sido capaz de hacer valer la ley ...
Elucubraciones en una hermosa finca en el municipio de Angelópolis, Antioquia.