TRISTE SENTIMIENTO
Me da una sensación de vacío en la boca del estómago cuando a las 7:30 de la mañana, cuando a penas inicia la jornada de clases y veo a los estudiantes en un pasillo divagando, sin qué hacer o con la misión de realizar una actividad que no les llama la atención por lo trivial (ellos sí que se dan de cuenta de que lo indicado por el profesor no sirve para nada, cosa que el profesor cree que sí es útil). ¿Por qué los profesores no quieren entender que mucho de lo que ellos pretenden "enseñar" ya lo saben los muchachos o por lo menos ellos intuyen que no les es útil en la vida cotidiana ni en su desarrollo profesional?
Uno de ellos utilizó las dos horas de artística de la semana para ver el partido Argentina - Suiza... ¡Será por su gran sentimiento gaucho! y a la semana siguiente, en sus dos horas de artística, les colocó una película. ¡Grandes artistas son los que se devienen de estas clases tan profundas y bien preparadas!
Esa sensación de vacío me da porque me siento impotente, porque no encuentro eco en aquellos que detentan el poder para remover a estos docentes que usurpan los sueños de los jóvenes, engañándolos, haciéndoles creer que de esa manera van a salir adelante, que esa es la oportunidad para cambiar el curso de su historia personal y que van a influir para la transformación de su entorno y la vida nacional.
Una estructura educativa que le hace creer a los padres de familia que tales métodos educativos sirven a sus expectativas.
Cuántos esfuerzos de los padres para que sus hijos se eduquen, rompan el ciclo de pobreza y encontrarse con tales docentes mentirosos, engañadores, embaucadores, ladrones...
GUILLERMO CEBALLOS
Comentarios
Publicar un comentario