Qué clases tan aburridas. Imagínese que si yo que tengo afinidad y gusto por el conocimiento y la academia me he llegado a sentir tan hastiado en esas clases monótonas y sin sentido, ¿Cómo se podrá sentir un joven de 13 años que está empezando a enamorarse, alucinado por los video juegos, soñando con ser como James Rodríguez? Es demasiado lo que se logra con estos jóvenes que no están motivados y que en su inteligencia poco reflexiva se dan de cuenta que eso es pura "carreta" que no les sirve para nada.
Cuidado profes, es imperativo repensar lo que llevamos al aula: actividades atractivas, motivadoras, que tengan proyección para el desarrollo vital de los jóvenes: un poco de humor, practicidad, exigencia respetuosa...
Pobre sociedad la que se deviene con estos egresados tan pobremente formados.
Aquéllos estudiantes inteligentes e inconformes son los que no entran a las clases o terminan desertando del sistema. Los inteligentes conformes, son los que se destacan en los colegios y aparecen como brillantes. Generalmente son los que terminan como empleados de esos que algún día optaron por crear su propio sistema educativo.
La universidad de la calle es altamente exigente. Se vive en ella los polos absolutos, o se sobrevive y se es brillante o se hunde y engrosa las filas de los fracasados.
La educación es una auténtica farsa. Una sarta de mentiras bien urdidas, elaboradas por finos comediantes (al fin "educadores") que se precian de buena cultura, y a fe que la tienen para poder engañar con su palabra y pintorescas exposiciones. La calidad educativa es sólo apariencia. Cuando se hurga más allá de los papeles, las palabras o las carteleras, nos encontramos con un falso sistema, un aparato desarticulado, unido por azar, débil, sin rigurosidad, discontinuo. La información es generalmente maquillada con eufemismos, no se precisan datos, las cifras son desechadas con el pueril argumento de que se trabaja con humanos. ¿Cuál actividad es hecha sin humanos?
No tenemos sistemas de medición que permitan conocer avances, retrocesos o estancamientos. No hay políticas de largo plazo con procesos de control de calidad. Lo que se planea en lo macro se pierde en el aula porque las clases carecen de eso: planeación, rigor, exigencia, control, evaluación.
Que no se confunda esto último con la dinámica de los estudiantes. Esto se aplica para nuestra labor docente. Los resultados de los estudiantes se dan por descontados si lo anterior está presente en la práctica diaria.
Que no se confunda esto último con la dinámica de los estudiantes. Esto se aplica para nuestra labor docente. Los resultados de los estudiantes se dan por descontados si lo anterior está presente en la práctica diaria.
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