Hoy, escuchando la noticia de la nominación de la película "El olvido que seremos" en el Festival de Cannes, se me ocurre pensar que para tener más éxito con lo que escribo, me tendré que volver "comunista", cambiar mi pensamiento. Parece que para poder publicar y, por lo menos ser leído, es necesario tener pensamiento de izquierda. Estoy por creer que los de derecha somos muy pocos. Si el libro es bueno, los pocos lectores no lo alcanzan a convertir en bestseller. La mejor literatura es "izquierdosa". Eduardo Galeano, Borges, García Márquez, Benedetti... realmente no sé cuál es de pensamiento derechista. Y me gusta como escriben, pero no soy capaz de compartir su ideología. No soporto los vagos. No tolero a los incapaces, mendigos, parásitos... amparados en que los estados están obligados a mantenerlos, soslayando que ese Estado es un pueblo que todos los días se levanta a trabajar para tener recursos y tributar.
Eso me hace un escritor para mí, para desahogar mi "rabia" contra un establecimiento de derecha tan frágil que no es capaz de hacer lo suficiente para acallar a los resentidos por no detentar el poder. Me siento rechazado y opacado por una sociedad que sobrevalora la protesta, la desobediencia, la rebeldía, el inconformismo. Parece que los que valoramos el establecimiento, el orden, el respeto a la jerarquía, la gratitud por lo que se tiene somos menos inteligentes, los despreciables y lesivos de los derechos de los demás.
Me duele saber que hay un Estado al servicio de "los que sobran", que nos cobra impuestos y nos obliga a cumplir la ley sin miramientos a los trabajadores, mientras que a los parásitos y delincuentes se les premia con subsidios y beneficios. La ley para estos últimos es laxa, se les paga para que no delincan y se gira en torno a ellos. Aún así, se siguen autodenominando "los que sobran". Bien, ni siquiera se han dado de cuenta que lo que el Estado recauda no alcanza para saciar el narcisismo de tanto pordiosero. Ahhh, porque quieren vivir como reyes a costa de los que se rompen el lomo a diario para no depender de otros.
Por todo lo anterior y mi deseo ferviente de tener éxito como escritor y "pensador", creo que me "volteo" para el bando de los izquierdos. Ese debe ser un pensamiento "inteligente" y un acto de "pensar" con criterio, algo de lo que he carecido, por eso milito en ideologías de derecha.
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