En la escuela se tienen áreas de primera categoría: matemáticas, lenguaje, Ciencias, Sociales, Inglés y otras de segunda: religión, ética, educación física, tecnología, artística.
Parece que esto se debe a un viejo rezago de lo que se denominó en la Edad Media el Trivium y el Quadrivium, referido por Petra Llamas García en un artículo publicado el 5 de diciembre de 2013 en el portal Sitiocero (http://sitiocero.net/2013/12/algo-que-aprender-del-trivium-y-el-quadrivium)
"Se puede afirmar que el Trivium y el Quadrivium son el antecedente remoto del currículum escolar (conjunto de objetivos, contenidos, metodología y criterios de evaluación que orientan la actividad académica) y si lo analizamos detenidamente, podemos detectar la lógica de su planteamiento. Se trataba de adquirir, con el Trivium, los aprendizajes generales, y destrezas intelectuales para enseñarlos a pensar, para desarrollarles el criterio propio y prepararlos para el autoaprendizaje. Posteriormente se adquirían las disciplinas científicas, Quadrivium, que proporcionaba los elementos para conocer y dominar el mundo exterior".
Con estas áreas se ha pretendido preparar a los jóvenes para enfrentar de manera exitosa la realidad social, económica y política que los espera y proveerles las herramientas suficientes para modificar el presente, innovar y crear el nuevo mundo del futuro. Pero la realidad colombiana no ha sido así. Los jóvenes no salen competentes para ingresar a la universidad pública, incluso ni para las universidades privadas que exigen prueba de admisión y, menos aún para el emprendedurismo, o para generar nuevos ingresos a partir de la generación de empresa. En las pruebas de Estado se presentan bajos resultados dejando mal parado al país ante los otros países del mundo.
La sociedad se debate entre la violencia intrafamiliar, interbarrial, entre bandos. Los ciudadanos se "matan en sus vehículos cuando salen de paseo", hay violencia verbal y gráfica en las redes sociales. La violencia es general. Por ende, se requiere un nuevo conjunto de saberes que se impartan desde la escuela. Es evidente que los de siempre han fracasado en su cometido y las exigencias sociales son diferentes.
Las exigencias de la modernidad apuntan a un mayor tecnicismo, pensamiento creativo y disruptivo, capacidad de análisis, crítica, conciencia del propio ser. Liderazgo y competitividad, capacidad de diálogo y resolución de conflictos.
Comentarios
Publicar un comentario