Uno de los temas que más me apasionan es el lenguaje: el uso de la palabra para alcanzar los fines que se persiguen. La manipulación de las personas a través de la palabra. Herramienta fantástica para embaucar, ilusionar, atraer, conquistar, herir, matar o crear. Bendita palabra.
Los docentes son bastante doctos en el uso del verbo, pues al fin que viven de él. Lo que es lamentable es cómo lo usan para generar caos, dañar, crear mala atmósfera, sembrar cizaña, y, más aún cuando es para su conveniencia. En este paro que transcurre por estos días se han escuchado una sarta de expresiones colmadas de eufemismos, frases elaboradas para la demagogia.
En este, y muchos otros momentos: paros y reuniones de docentes escucho las trilladas e impensadas frases muletillas sobre las cuales sustentan su accionar:
1. Somos profesores mal remunerados.
Las cifras fueron reveladas por el Ministerio de Educación y se determinan a partir de la acreditación de la universidad..Dice, entonces el MEN de Colombia que el salario de enganche de un profesional recién egresado es de $ 1'664.788, poco más de dos salarios mínimos. los docentes, ingresan en pregrado con $1,624,511, muy semejante al de otras profesiones.
Cuando se asciende en el escalafón, a través de estudios, superando las pruebas de ascenso se alcanzan salarios que oscilan entre los $2.700.000 y los $ 6.000.00. Salarios, que sin ser los más altos, están en un rango aceptable a sabiendas que los profesores tienen sólo 20 horas de clase semanales y el resto del tiempo lo tienen para otros asuntos, entre ellos preparar clases y calificar. Actividades que se toman entre cuatro y cinco horas a la semana. Los más dedicados emplean hasta 10. Lo anterior sumado totaliza entre las 25 y las 30 horas semanales, muy por debajo de la jornada laboral colombiana.
Lo anterior implica que el costo por clase fluctúa entre los $20.000 y los $ 75.000, para un recién ingresado como para quien está en el culmen de su carrera.
2. No tenemos tiempo. Si a la semana se trabaja con los estudiantes 20 horas, las demás 28 que debe laborar un colombiano en dónde quedan? Pero no siendo tan radical, mínimo las demás 20 están dispuestas para trabajo de actividades pedagógicas complementarias: calificar, planear y adecuar el material para las clases. Será que lo utilizan en ello?
3. No hay recursos ni condiciones para trabajar. Desde 2014 se ha venido entregando a las instituciones libros para los estudiantes en las áreas de matemáticas y lenguaje. Con el programa Colombia bilingüe se dotó con textos de inglés y talleres a todos los estudiantes en los cuales se encuentra el programa.
Los docentes son bastante doctos en el uso del verbo, pues al fin que viven de él. Lo que es lamentable es cómo lo usan para generar caos, dañar, crear mala atmósfera, sembrar cizaña, y, más aún cuando es para su conveniencia. En este paro que transcurre por estos días se han escuchado una sarta de expresiones colmadas de eufemismos, frases elaboradas para la demagogia.
En este, y muchos otros momentos: paros y reuniones de docentes escucho las trilladas e impensadas frases muletillas sobre las cuales sustentan su accionar:
1. Somos profesores mal remunerados.
Las cifras fueron reveladas por el Ministerio de Educación y se determinan a partir de la acreditación de la universidad..Dice, entonces el MEN de Colombia que el salario de enganche de un profesional recién egresado es de $ 1'664.788, poco más de dos salarios mínimos. los docentes, ingresan en pregrado con $1,624,511, muy semejante al de otras profesiones.
Cuando se asciende en el escalafón, a través de estudios, superando las pruebas de ascenso se alcanzan salarios que oscilan entre los $2.700.000 y los $ 6.000.00. Salarios, que sin ser los más altos, están en un rango aceptable a sabiendas que los profesores tienen sólo 20 horas de clase semanales y el resto del tiempo lo tienen para otros asuntos, entre ellos preparar clases y calificar. Actividades que se toman entre cuatro y cinco horas a la semana. Los más dedicados emplean hasta 10. Lo anterior sumado totaliza entre las 25 y las 30 horas semanales, muy por debajo de la jornada laboral colombiana.
Lo anterior implica que el costo por clase fluctúa entre los $20.000 y los $ 75.000, para un recién ingresado como para quien está en el culmen de su carrera.
2. No tenemos tiempo. Si a la semana se trabaja con los estudiantes 20 horas, las demás 28 que debe laborar un colombiano en dónde quedan? Pero no siendo tan radical, mínimo las demás 20 están dispuestas para trabajo de actividades pedagógicas complementarias: calificar, planear y adecuar el material para las clases. Será que lo utilizan en ello?
3. No hay recursos ni condiciones para trabajar. Desde 2014 se ha venido entregando a las instituciones libros para los estudiantes en las áreas de matemáticas y lenguaje. Con el programa Colombia bilingüe se dotó con textos de inglés y talleres a todos los estudiantes en los cuales se encuentra el programa.
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